John Carmack dejó su papel como ‘consultor ejecutivo’ de realidad virtual en Meta.
John Carmack ocupó roles clave dentro de las oficinas de Meta durante la última década, para trazar un camino hacia el consumidor a la realidad virtual.
El cofundador de ID Software, tiene una larga trayectoria como desarrollador de juegos clásicos como, DOOM, Quake y Wolfestein.
Se convirtió en CTO de Oculus y posteriormente continió trabajando en Meta, sus charlas anuales en Oculus/Facebook/Meta Connect, ofrecieron algunos de los análisis técnicos más profundos de los puntos débiles en el ámbito de la realidad virtual y las áreas de mejora.
Para los interesados, a continuación, se incluye una de las entrevistas de Carmack en el E3 de 2012, (en inglés), que ayudó a impulsar el devenir de la adopción de los consumidores a la realidad virtual.
Después del video, se encuentra una publicación completa de Carmack en Facebook, marcando ‘ – el final de mi década en VR – ‘, mientras se dedica al desarrollo de inteligencia artificial en su nueva empresa, Keen Technologies.
Nota de despedida de John Carmack de Meta…
‘ – Renuncié a mi puesto como ‘consultor ejecutivo’ de VR en Meta.
Mi publicación para la compañía se filtró a la prensa, pero eso solo dió como resultado que elijan algunos fragmentos de esta.
Aquí está la publicación completa, tal como la vieron los empleados internos.
Este es el final de mi década en VR.
Tengo sentimientos encontrados.
Quest 2 es casi exactamente lo que quería ver desde el principio: hardware móvil, seguimiento de adentro hacia afuera, transmisión a PC opcional, pantalla de 4k (más o menos), asequible…
A pesar de todas las quejas que tengo sobre nuestro software, millones de personas todavía ven el valor de este.
Tenemos un buen producto.
Es exitoso, y los productos exitosos hacen del mundo un lugar mejor.
Todo podría haber sucedido un poco más rápido y haber ido mejor si se hubieran tomado diferentes decisiones, pero construimos algo bastante parecido a ‘The Right Thing’.
El problema es nuestra eficiencia.
Algunos preguntarán por qué me importa tanto cómo están ocurriendo los acontecimientos en los progresos de trabajo, siempre y cuando se estén aconteciendo.
Si estoy tratando de influir en los demás, diría que una organización que solo ha conocido la ineficiencia no está preparada para la competencia inevitable y/o apretarse el cinturón, pero en realidad, el dolor más personal es ver un número de utilización de GPU del 5 %.
Estoy ofendido por esto.
(editado): estaba siendo demasiado poético en mi última publicación, ya que varias personas han perdido el hilo.
Como persona interesada en la optimización de sistemas, me preocupo profundamente por la eficiencia.
Cuando trabajas duro en la optimización durante la mayor parte de tu vida, ver algo que es extremadamente ineficiente te duele el alma.
Comprobaba el desempeño de nuestra organización, y vi un número trágicamente bajo de perfiles, dispuestos a compartir mis mismos intereses.
Tenemos una cantidad ridícula de personas y recursos, pero constantemente nos auto-saboteamos y derrochamos esfuerzos.
No hay forma de endulzar esto; Creo que nuestra organización está operando a la mitad de la efectividad lo cual me hace sentir bastante infeliz.
Algunos pueden burlarse y afirmar que lo estamos haciendo bien, pero otros se reirán y dirán “¿La mitad? Y decir ¡ah! ¡Solo me hace falta un cuarto de eficiencia!”
Ha sido una dura lucha para mí.
Tengo mi voz en los niveles más altos de esta empresa, por lo que parece que tendría que tener cierto poder para poder hacer mover las cosas, pero evidentemente no soy lo suficientemente persuasivo.
Una buena fracción de las cosas de las que me quejo, eventualmente se vuelven contra mí, después de que el tiempo pasa y la evidencia se acumula, pero nunca he sido capaz de cortar de raíz decisiones estúpidas antes de que causaran más daño, o establecer una dirección y hacer que un equipo realmente se ciña a ello.
Creo que mi influencia en la empresa ha sido positiva, pero nunca ha sido un motor principal.
Es cierto que esto fue autoinfligido: podría haberme mudado a Menlo Park, después de la adquisición de Oculus, e intentar librar batallas generando nuevos líderes empresariales, que les interese arriesgarse en el mercado tecnológico, pero estaba ocupado programando y me auto-engañé diciéndome a mi miso que lo odiaría, no sería capaz de orientar a nadie y probablemente volvería a sentirme infeliz.
Basta de quejarse.
Me cansé de batallar y tengo mi propia startup apunto de crear más maravillas, ¡Así qué la pelea aún se puede ganar! La realidad virtual puede aportar valor a la mayoría de las personas en el mundo, y ninguna empresa está mejor posicionada para hacerlo que Meta.
Tal vez en realidad sea posible llegar a ese punto, simplemente siguiendo adelante con las prácticas actuales, pero hay mucho margen de mejora.
¡Tome mejores decisiones y llene su catálogo de genialidades y seguí sin «¡Importarles un bledo!»- ‘.