VANISHING GRACE (El desvanecimiento de Grace) es un juego que nos presenta el nuevo estudio español Monte Perdido.
Nos ponemos en la piel de Joel, un hombre que, en busca de su antigua amiga Grace, se embarca en un solitario viaje dentro de una especie de caravana artesanal/nave terrestre con el fin de encontrarla. Y es que realmente fue Grace quien emprendió por su cuenta esa travesía al más puro estilo hippie, pero cuando Joel encuentra su vehículo abandonado, decide seguir sus pasos hasta poder encontrarla.
La mecánica de Vanishing Grace es sencilla (demasiado sencilla). Cada día en nuestra travesía, tendremos que ir cumpliendo una serie de objetivos, el primero será siempre obtener energía para nuestro vehículo consiguiendo romper cristales de magnetita. Haremos también distintas tareas “domésticas” dentro de la caravana, como puede ser ordenar las cosas, reparar averías, etc… Y en determinados momentos nuestro viaje nos llevará a diferentes destinos en los que tendremos que recolectar diversos objetos antes de continuar.
A partir de esta simple mecánica se nos expone una historia que está bastante bien presentada y desarrollada. A través de objetos y sobretodo de unas cintas cassetes que nos encontramos, iremos escuchando los pensamientos de Grace a medida que avanza el viaje. También los distintos cambios que se van produciendo en el escenario con el paso de los días nos ayudan a sentir como si realmente estuviéramos viajando, fueran pasando los días e incluso como el estado de ánimo varía a medida que avanza el tiempo en este solitario periplo.
En el apartado visual nos encontramos con unos gráficos agradables, coloridos y bastante bien detallados. La estética y la ambientación son una original mezcla de elementos futuristas propios del tiempo en el que se desarrolla la acción (más allá del año 2050), con artículos de los años 80/90 como pueden ser una Game Boy, cassetes de audio, cámaras Polaroid… Esta combinación funciona muy bien y esos objetos antiguos incluso logran provocarnos cierto efecto de agradable nostalgia para los jugadores que ya tengamos cierta edad.
Existen eso sí varios aspectos en Vanishing Grace a mi parecer mejorables y que verdaderamente le restan puntos a este título. Especialmente dos características:
El primer aspecto es en cuanto a la mecánica en sí. Por una parte, no hay choques, nuestras manos atraviesan todo, con lo cual se pierde realismo. Y por otra parte existen algunos pequeños bugs y algunas fallas a la hora de interactuar con ciertos objetos. De acuerdo que no son fallos graves, pero si queremos llegar a ser un juego de los grandes, ese aspecto debería estar más pulido.
El segundo aspecto y más importante donde el título en mi opinión cojea es en la simpleza, tanto en puzzles como en animaciones.
En todo momento las tareas a realizar son muy simples, algunas apenas suponen un reto mental. Esto es muy evidente en los episodios en que llegamos a un destino y nos bajamos de nuestra nave. En un momento fabuloso que se debería haber aprovechado para poder explorar, en lugar de observar elementos llamativos y resolver puzzles algo más complejos que profundicen la historia, nos encontramos un simple escenario con distintas cosas a modo de atrezo, con el que prácticamente no podremos interactuar y nuestra única misión será la de recoger 3 objetos que están a simple vista… Quizás, con más tiempo y presupuesto, el estudio podría haber desarrollado más esas partes, que resultan ciertamente bastante decepcionantes y mal aprovechadas.
Sin entrar en la trama en sí, el juego también se queda escaso en cuanto a animaciones, variación de mecánicas, aparición de algún personaje secundario… En definitiva, un título que realmente tiene bastantes aspectos positivos como para poder recomendarlo, pero que no tiene el suficiente desarrollo para poder considerarlo como uno de los grandes.
Lo podrás encontrar en Oculus Store.